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Image by Wesley Tingey

Artículos de fé

Nuestro Credo

Inspiración Divina de las Sagradas Escrituras

Creemos que la Biblia es la Santa Palabra inspirada de Dios para la salvación y regeneración del hombre. Ha sido dada a los hombres para revelar el Plan Maestro Eterno de Dios y el propósito de su Voluntad para toda la creación. Es infalible en los sesenta y seis libros que comprenden el Antiguo y Nuevo Testamento; es la autoridad, reglas de fe y conducta para el Cristiano, es suficiente para satisfacer las necesidades espirituales y naturales del hombre.

2a Timoteo 3: 15-17; 1a Tesalonicenses 2:13; 2a Pedro 1:21

La Deidad

Hay un solo Dios omnipotente, Omnipresente, Omnisciente, Santo (Deuteronomio 6:4) eternamente existente e infinito, Creador, Sustentador, y Soberano del Universo. Trino en Su Ser esencial, Él se revela a Si Mismo como el Padre, el Verbo, y el Espíritu Santo.

1a Juan 5:7; Juan 1: 1,2; Isaías 48: 16,17; Juan 10:30

Jesucristo El Hijo Unigénito de Dios

Creemos que Jesucristo es la segunda Persona de la trinidad, eternamente Uno con el Padre (Juan 3:16). Fue concebido por el Espíritu Santo en el seno de la Virgen Marìa (Lucas 1:27-35). Creemos en Su vida sin pecado, en Sus milagros, en Su muerte expiatoria. Fue entregado para ser crucificado por los pecados del mundo conforme a las Escrituras. Al tercer día Dios lo levanto de entre los muertos (1a Corintios 15:3,4; Hechos 10:38-40; Romanos 1:3,4), y vive siempre a la diestra de Dios para interceder por nosotros (Hebreos 7:25; Hechos 7:56) siendo el único Mediador entre Dios y los Hombres.

(1 Timoteo 2:5)

Bautismo en el Espíritu Santo

Creemos que el bautismo en el Espíritu Santo ha sido prometido a todos los creyentes (Hechos 2:38), y que la evidencia de haberlo recibido es la experiencia de hablar en lenguas no aprendidas. Este lenguaje es dado por el Espíritu Santo para alabar a Dios e interceder ante El de manera más perfecta (Hechos 2:4,11). Después de la experiencia inicial, el Espíritu de Dios continúa llenando al creyente, y dándole dones para ayudarlo en su crecimiento espiritual y la edificación de la iglesia.

El Espíritu Santo

Creemos que el Espíritu Santo es la tercera Persona de la Trinidad, que su ministerio es redargüir al mundo de pecado, regenerar a quienes se arrepientan y crean, consolar y guiar a toda Verdad en Jesucristo.

Creación del Hombre, su caída y redención

Creemos que el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Génesis 1:26), pero debido al engaño y desobediencia voluntaria al mandato de Dios, se convirtió totalmente en malvado y corrupto. Por la desobediencia original del primer Adam, el pecado y la muerte entraron a todos los hombres (Romanos 5:12). La única esperanza de redención para el hombre caído, es a través del Señor Jesucristo y Su Sangre vertida en la Cruz del Calvario.

(Hechos 4:12; Efesios 2:8,9; Hebreos 9:24; Juan 3:16)

Bautismo en Agua

Creemos en la manera escritural del bautismo en agua por inmersión (Romanos 6:1-4), siendo únicamente para aquellos que han creído y se han arrepentido de sus pecados plenamente. El bautismo en agua identifica al creyente con el Nombre, muerte y vida de nuestro Señor Jesucristo, por lo tanto, la formula bautismal es en el Nombre del Señor Jesucristo según Hechos 2:38; 8: 16; 10:48; 22: 16, obedeciendo  y cumpliendo así lo ordenado en Mateo 28:19.

Arrepentimiento y Salvación

Creemos que el perdón y la remisión de la pena por el pecado, muerte e infierno, se obtiene no mediante el esfuerzo y las obras del hombre sino por el arrepentimiento genuino del pecador, y por la fe en la preciosa Sangre del Señor Jesucristo (Romanos 10:9,10; Efesios 2:8; Tito 2: 11). Creemos que la evidencia de la salvación es la manifestación externa de la obra interna de la Gracia de Dios, en una vida limpia, y llena de buenos frutos (Tito 2: 12; Romanos 3: 10-28).

Crecimiento Espiritual

Creemos que Dios ha ordenado que los creyentes crezcan en la gracia y el conocimiento de nuestro Señor Jesucristo, hasta alcanzar la madurez espiritual. Nosotros, como cuerpo, tenemos el compromiso de propagar la verdad de que el poder de Dios libera de la pena del pecado, que es la muerte y el infierno, pero que además libra del poder del pecado que se manifiesta en nuestra vida carnal. Este poder puede también santificar y librar al creyente de la presencia del pecado, y librarlo del propósito del mismo, que es separar al hombre de la unión que tuvo con Dios en el principio.

Creemos que esto será realizado a medida que crezcamos en la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4: 11-14), siendo conformados a Su semejanza mediante el proceso de la crucifixión diaria de la naturaleza adámica.

(1ª Corintios 15:31; Filipenses 3:10)

 

Los detalles de este crecimiento están claramente diseñados en el Tabernáculo Mosaico, que era una figura del “…. más perfecto tabernáculo no hecho de mano; es a saber, no de esta creación” (Hebreos 9: 11). Por lo tanto, nos presenta un modelo de como crecer hasta llegar a la completa madurez espiritual “… en Aquel que es la cabeza a saber, Cristo;” (Efesios 4: 15).

Santificación

Creemos en el completo significado bíblico de la santificación, obra del Espíritu Santo y la Palabra de Dios para que el creyente sea:

A) Santo y Consagrado (Isaías 29:23, Mateo 6:9; 1 Pedro 3:15).

B) Separado de lo profano y dedicado a Dios como un sacrificio (Éxodo 20:8; Deuteronomio 15:19; 2 Crónicas 7:16; Mateo 23:17-19; 2 Timoteo 2:21; Juan 17:19)

C) Puro (Levítico 18: 19; 2° Samuel 2:4)

  1. Externamente (1ª Timoteo 2:9-10)

  2. Por quedar libre de culpa (1ª Juan 2:15-17)

  3. Por la reforma del alma (Romanos 12:1,2)

Creemos que todos los creyentes deben buscar sinceramente la santificación diaria mediante la Sangre de Jesucristo, el Fuego del Espíritu Santo, las Aguas de Su Nombre, Muerte y Vida y a través del alimento y bebida de la Palabra de Dios. Creemos que nuestra conducta diaria y apariencia deben ser tales que no traigan reproche al Nombre del Señor. (Hebreos 12:14; la Corintios 8:9-13; la Pedro 1: 15,16)

Resurrección

Creemos que la resurrección de los muertos, tanto justos como injustos es una de las doctrinas fundamentales de la fe Cristiana, inseparable de la verdad de la inmortalidad del alma. La muerte pasó a toda la humanidad por el primer Adam. Jesucristo, el segundo Adam, trajo vida de resurrección a toda la humanidad, de manera que hay una resurrección final de todas las almas que han vivido sobre la tierra. Sin embargo, no todos los muertos serán resucitados al mismo tiempo.

 

La Escritura prueba que algunos santos del Antiguo Testamento fueron resucitados cuando Jesucristo se levantó de la muerte y del infierno (Mateo 27:51,52). Luego, en la cronología y horario de Dios vendrá el arrebatamiento de los vencedores del Nuevo Testamento (1a Tesalonicenses 4: 16,17) Al final de la gran Tribulación serán resucitados otros santos (Apocalipsis 20:4-6).

 

La última gran resurrección será para todos los muertos que quedaren, y que serán llamados a estar delante del Trono Blanco del Juicio de Dios (Juan 5:28,29) donde serán juzgados según las obras que hicieron por medio de su cuerpo. Aquellos cuyos nombres no se encuentren en el Libro de la Vida del Cordero, serán arrojados en lago de Fuego. (Apocalipsis 20:11-15)

La Segunda Venida de Cristo

Creemos que Jesús vendrá la segunda vez en Persona, de la misma manera que se fue (Hechos 1:11). Esta será la aparición visible del Señor, en la Tierra con Su Esposa, y no debe ser confundida con Su venida secreta en el aire para llevarse a Sus santos en el tiempo del arrebatamiento (Apocalipsis 19:11-16)

El Milenio

Creemos que en Su segunda venida el Señor Jesucristo establecerá Su Reino Milenial sobre la tierra, y cumplirá todas las promesas escriturales a la nación de Israel, y al mundo (2a Tesalonicenses 1:7; Apocalipsis 19:11-14; Romanos 11:26,27; Apocalipsis 20:1-7).

La Gran Tribulación

Creemos que después del arrebatamiento habrá un periodo de Tribulación sobre la Tierra durante tres y medio años. Todos los que no hayan entregado sus vidas a Dios, se quedarán en la tierra durante este tiempo de tormento (Apocalipsis 13:5; 11:3; 12:6)

Cielos Nuevos.

Tierra Nueva.

Nueva Jerusalén y el Lago de Fuego

Creemos en la final y completa restauración del Cielo y de la Tierra y en la aparición de la Nueva Jerusalén la Ciudad Santa de Dios.  Creemos que todas las gentes de todos tiempos morarán eternamente en su cuerpo, alma y espíritu al resucitar, en uno de los cuatro lugares: 

1. Nuevos Cielos: 2. Nueva Tierra; 3. La Santa Ciudad de la Nueva Jerusalén; 4. El Lago de Fuego.

 

La multitud de los que tienen ropas blancas morarán en los nuevos cielos (Apocalipsis 7:13-17). Aquellos con ropajes blancos morarán en la tierra nueva (Apocalipsis 4:4; 5: 10) como reyes y sacerdotes. Aquellos que hayan crecido hasta alcanzar la madurez espiritual y vistan el lino fino de la Esposa, morarán en la Nueva Jerusalén (Apocalipsis 19:7; 21:9).

Pecadores e impíos serán confinados en el Lago de Fuego (Apocalipsis 20:15; 2a Pedro 3:13; Apocalipsis 21:2,10).

Libre Albedrío

Creemos que, hecho a imagen y semejanza de Dios, el hombre tiene libertad y capacidad para elegir entre el bien y el mal, de manera que es moralmente responsable de sus actos. Partícipe de los resultados de la caída de Adam, el hombre no puede por sí mismo recobrar ni su primera condición, ni su comunión con Dios. Pero creemos en esta plena restauración mediante la fe y la obra redentora de Jesucristo. Creemos que el creyente puede apartarse de la gracia de Dios, caer nuevamente en pecado y aún apostatar. A menos que se arrepienta de sus pecados y vuelva a tener comunión con Dios, quedará perdido y sin esperanza.

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Nuestro Pastor General Juan Carlos Rivera recibió de manos de  Rev. Berenise Hicks el mensaje que hoy compartimos.  Nuestra vision, mision y artículos de fe son en su totalidad, una herencia espiritual de la Reverenda y de toda la familia Christ Gospel Church alrededor del mundo con  los cuales estaremos eternamente en hermandad y agradecidos.

Créditos

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